Ofrezco los servicios de coaching dentro de los límites de mi competencia, basándome en mi preparación, entrenamiento y experiencia profesional.

Me de manera tal que reflejo el coaching como una profesión, y me abstengo de realizar cualquier acción que pueda dañar la comprensión y la aceptación del coaching como una profesión.

Me aseguro del avance y progreso de quien me contrata, y si no es así, estudio con mi cliente la mejor forma de resolver la situación.

Evito mis propias proyecciones personales, incluidos los consejos explícitos o implícitos, y mis juicios a la hora de hacer coaching.

Evito fomentar cualquier tipo dependencia por parte de mis coachees promoviendo, por el contrario, la confianza en sus propias habilidades.

Actúo con integridad, responsabilidad, claridad y sinceridad con mis clientes.

Mi relación con el coachee será de igual a igual y se establecerá con base a la comprensión, confianza y respeto mutuo.

Respeto los diferentes puntos de vista, y valores que tengan mis coachees.

Promuevo la toma de conciencia, la responsabilidad personal, el compromiso y la acción de mis Coachees.

Respeto la confidencialidad de mis Coachees.

Estoy en capacitación continua para mejorar mis competencias como Coach.

Me abstengo de asumir obligaciones profesionales cuando exista conflicto de intereses con respecto a mis Coachees.